Esta semana, hablamos de la pérdida de tráfico de los medios tras la irrupción de las vistas de IA en Google, de la emoción humana como nuevo superpoder del periodismo en tiempos de inteligencia artificial, de la carrera por dominar esta tecnología y por conseguir la AGI, y de las novedades que Apple presentó en su conferencia mundial de desarrolladores, entre otros asuntos de interés.
ProRataAI, empresa que está detrás del buscador Gist.ai, ha llegado a acuerdos con más de 500 medios de comunicación, en su estrategia de crear un modelo de inteligencia artificial basado exclusivamente en contenido autorizado. Entre los últimos medios en sumarse a la alianza figuran Time o The Verge. Para los medios, llegar a acuerdos y alianzas directas con las empresas de IA puede convertirse en una vía de ingresos y consolidar su posición en la nueva era tecnológica.
Hola chatbot, ¿esto es verdad? Esta frase cada vez se está haciendo más común en las preguntas que hacemos a la IA, por ejemplo en X con Grok, como método para verificar la información. Pero no podemos fiarnos del todo de sus respuestas, como revelan distintas investigaciones que apuntan a que los principales chatbots son propensos a repetir falsedades.
Wikipedia ha parado su apuesta por la IA. La popular enciclopedia digital había desarrollado un proyecto, conocido internamente como “Knowledge Answers Pilot”, para explorar cómo la inteligencia artificial podía ofrecer a los lectores resúmenes breves en la parte superior de algunos artículos, en línea con los resúmenes que Google ofrece Gmail para correos extensos. Un proyecto que ha tenido que pausar por la queja de los editores.
En Poynter, leemos un artículo de opinión que apunta a que en tiempos de inteligencia artificial, la emoción humana es un superpoder del periodismo y su mejor defensa ante el avance de esta tecnología. De momento, la IA no puede reemplazar a los periodistas en la conexión emocional con la audiencia. En este sentido, el informe IA y el futuro de las noticias, elaborado por Reuters, BBC y el proyecto Journalism IA, explica cómo la inteligencia artificial está transformando la manera en la que los medios producen, editan y distribuyen noticias. El estudio señala que el futuro del periodismo no pasa por reemplazar a los periodistas con máquinas, sino que esta herramienta, bien usada, puede potenciar la creatividad.
De momento, lo que está causando la IA es un derrumbe de audiencias. La introducción de AI Overviews y AI Mode por parte de Google ha desplomado el tráfico orgánico hacia medios digitales, especialmente el que llegaba por SEO, en EEUU. Según leemos en Red de Periodistas, HuffPost ha perdido más del 50% del tráfico desde buscadores en tres años, Business Insider un 55%, y The Atlantic planea un futuro con tráfico desde el buscador cercano al 0%. Ante esta amenaza, The Washington Post apuesta por más tráfico directo, crear comunidades y llevar a cabo más eventos online en directo. En Jot Down también reflexionan sobre la era postalgorítimica del periodismo y apuestan por volver a la comunidad para no desaparecer. Un debate que también se ha producido en el Observatorio de medios que se ha celebrado en Madrid este martes. El encuentro ha reunido a editores, líderes de medios y expertos para hablar de gobernanza informativa, amenazas digitales, riesgos y tendencias del periodismo.
Google va a revolucionar el marketing digital con nuevas herramientas de inteligencia artificial y formatos de búsqueda inmersiva. En el pasado Google Marketing Live, presentó un conjunto de soluciones, denominado Power Pack, diseñado para optimizar la presencia de las marcas en el ecosistema del buscador, mejorando el rendimiento de las campañas mediante automatización, IA y una segmentación más afinada.
¿Podrán los agentes inteligentes reemplazar la publicidad digital y los anuncios online tradicionales? En Puro Marketing señalan que los llamados “agentes de marca” suponen un cambio de paradigma. Ya no se trata de interrumpir al usuario con mensajes genéricos, sino que gracias a la IA se pueden anticipar necesidades, interpretar intenciones y ofrecer respuestas útiles en tiempo real. Cada interacción será significativa, personalizada y orientada a la acción.
Para ello, son fundamentales los datos, como puso de manifiesto Comscore en un desayuno celebrado recientemente en Madrid. En el encuentro, se incidió en la necesidad de comprender profundamente los hábitos de consumo en un ecosistema digital que cada vez es más complejo y se debatió sobre la necesidad de llegar a un acuerdo unificado en la medición de audiencias.
Apple ha celebrado su conferencia mundial de desarrolladores, en la que ha presentado nuevas herramientas y aplicaciones de inteligencia artificial. Una de las novedades es el cambio de nomenclatura de su sistema operativo iOS, que ahora pasará a adoptar una numeración vinculada al año en el que nos encontramos. Así, la próxima versión será iOS 26, disponible en una primera versión beta, que contará con iconos más redondeados, una interfaz con transparencias y diseños 3D, que forman parte de la nueva estética Liquid Glass. En cuanto a la IA, el talón de Aquiles de la compañía de la manzana, este año estará disponible en español y nos ayudará a llevar a cabo nuevas tareas y hacer las de siempre mucho más rápido y con mayor eficiencia.
Quien va como un tiro con la inteligencia artificial es OpenAI. ChatGPT ha multiplicado por 10 su uso en las empresas, y genera ya 10.000 millones de dólares recurrentes al año. La compañía de Sam Altman acaba de lanzar o3-pro, en medio de advertencias sobre su comportamiento autónomo. Este algoritmo está ya disponible a través de la API de ChatGPT, para los suscriptores. Cuenta con capacidades avanzadas de razonamiento y ha sido diseñado para realizar análisis profundos y ofrecer respuestas más precisas.
Y OpenAI podría apostar por la publicidad, para convertirla en la parte central de su negocio. Aunque por ahora está centrada en mejorar su tecnología y desarrollar nuevos dispositivos, como un nuevo asistente de IA sin pantalla, hay señales que apuntan a que la publicidad podría ser su siguiente paso. De momento, lo que sí ha materializado ha sido un acuerdo con Google, que permitirá a la empresa de Sam Altman utilizar los servicios de la nube del buscador para impulsar ChatGPT. Mientras, el CEO de Google, Sundar Pichai, se ha mostrado optimista sobre el futuro de la inteligencia artificial. Pichai aboga por equilibrar la rápida innovación con consideraciones éticas para garantizar que el progreso tecnológico beneficie a la sociedad en su conjunto.
En la carrera por la IA Meta no se quiere quedar atrás. Acaba de anunciar una inversión de 15.000 millones de dólares en la firma Scale AI, que se destinarán, entre otros conceptos, a crear un equipo de expertos con la misión secreta de desarrollar una “superinteligencia” artificial capaz de igualar o superar a los humanos. No es el único. OpenAI ya ha declarado públicamente que su misión es desarrollar AGI, DeepMind, de Google, fue fundada con el mismo propósito, y Antropic, Inflection AI o xAI, de Elon Musk, también están dedicando recursos millonarios a este propósito.